La arquitectura en sus inicios era simplemente el refugio de los nómadas caracterizada en cavernas en la que se vieron obligados a evolucionar para poder establecerse y vivir de una manera cómoda y práctica, siendo esta enfocada al sedentario. Al paso de los años, se ha ido viendo y practicando muchos tipos de arquitectura dependiendo de la zona y la cultura. Para ello, desde mi punto de vista la arquitectura se considera el arte de idear, diseñar, construir, proyectar… todos los espacios y recursos que tenemos a nuestro alcance.

La arquitectura como canal de emociones. Como todo concepto, este se define como expresión artística donde se deriva la creatividad humana que tiene un gran impacto en la manera de hacer sentir a los demás y de identificarse. Su evolución ha sido bastante productiva ya que se ha pasado de diseños ornamentados y complicados a algo más rectilíneo y práctico.

Un aspecto importante a destacar podría ser la iluminación que otorga una buena planificación de los elementos arquitectónicos. Jugar con las formas da paso a diversas soluciones como por ejemplo definir un estilo, un cubículo, una estructura…etc. De este modo, influye en muchos aspectos de nuestra vida; el entorno familiar, el laboral, el lúdico y social.

Durante los últimos años se ha descubierto que lo más sencillo (el concepto de menos es más) es lo más relajante para la mente humana ya que lo contrario es el ruido visual que provoca estrés en la mente. En esta misma línea, considero los materias nobles como la madera de los más atractivos a la hora de crear un entorno agradable, cálido, relajante y que conecta la naturaleza con el ser humano, por lo tanto, en mi parecer no hay ningún otro material puede crear esa conexión. Admiro la destreza de arquitectos que saben conjugar este tipo de materiales